Gracias al mi lectura anterior de Dramones y Mazmorras me quede con ganas de más romance juvenil, pero ahora, quería algo más diverso, así que recordé que hace algunas semanas visitando la librería Porrúa de mi ciudad me tope con un libro que me dio (por lo menos en su portada) todas las vibras de Heartstopper, esa novela gráfica de la que todos nos enamoramos hace algunos años. Por suerte le tome una foto, así que lo busqué y me di cuenta que era una trilogía y que el autor tiene más libros publicados con temática LGBTQ. Vi algunas opiniones en internet y me pareció que sería una buena lectura para continuar con este antojo de historias entretenidas y fáciles de digerir.
La historia es desde el punto de vista de Oscar, un adolescente de 15 años que está enamorado de un compañero de clase; Pablo. Ambos chicos no podrían ser más diferentes, es el típico cliché en donde uno pasa desapercibido y el otro es el popular deportista. Y bueno, tal como lo piensas, Oscar es el que pasa desapercibido. La historia comienza un verano en el que por no ir a un viaje escolar, ambos son del grupo que se queda en la escuela durante una semana a hacer exámenes y ver películas, ahí, poco a poco se comenzarán a conocer… más de lo que se imaginaban.
Supe desde las primeras páginas que sería un libro que me gustaría por la voz de su protagonista, no solo está escrito en primera persona, sino que se siente como un diálogo entre Oscar y el lector, continuamente rompe la cuarta pared y te pregunta cosas o dice comentarios directos para el lector, lo cual es entretenido porque se siente como una sesión de chisme con amigos. No tenemos que olvidar que el personaje tiene 15 años, y eso se nota por como actúa, por como reacciona y sobre todo, por como piensa. Por supuesto que hay momentos de un cringe monumental, pero es parte del encanto, al menos para mi.
Oscar fue un personaje que me estresaba mucho, pero al mismo tiempo lo entendía. Supongo que hay experiencias LGBTQ por las que todos hemos pasado, así que fue fácil conectar con algunos elementos sobre las situaciones que se presentaban en la historia, que de más está decir FUERON MUCHAS, una tras otra, y aunque me parecía absurdo, no podía dejar de leer.
Por otro lado, Pablo, nuestro futbolista favorito, terminó siendo un personaje que me confundía mucho y en algunos momentos solo me parecía una red flag andante. En todo el libro hay solo un capítulo desde su perspectiva y la verdad es que no ayudó mucho a conocerlo, aunque por lo menos dejó claro que no mentía sobre sus sentimientos hacia Oscar. Y al final me pareció bien solo tener un capítulo porque en lo que se refiere a su “voz” como personaje, no se distinguía mucho de la de Oscar.
Pero aun con todo eso, no es alguien que caiga mal, tal vez sea solo el contraste de que Oscar no cuenta cada segundo de su día, mientras que de Pablo sabemos pocas cosas. Espero que en los próximos libros exploremos más el personaje.
Hay muchos personajes que acompañan a los protagonistas, y cada uno cumple su función, hay desde mejores amigos que terminan siendo homofóbicos, hasta extraños que se convierten en un lugar seguro. Hay mucho drama como ya comente, padres incomprensibles y otros más agradables. Hay acoso escolar, agresiones físicas y verbales. Un poco de alcohol y para mi sorpresa… Hay sexo que se siente genuino y exploratorio.
Digo que fue una sorpresa para mi porque haciendo memoria, de las pocas historias juveniles sobre hombres LGBTQ que he leído, en su mayoría eran escritas por mujeres que trataban de evitar el tema sexual, hipersexualizaban todo o romantizaban el tema. Sí había momentos sexuales, eran escenas aisladas porque solo se enfocan en un tipo de acto sexual. Así que una de esas tres opciones me esperaba en este libro, sin embargo, creo que se logra un balance y el propio personaje lo expresa en la narración. Y a ver, yo no puedo hablar por todas las personas LGBTQ, pero cuando uno tiene 15 años, el sexo esta presente más de lo que nos gustaria aceptar.
Tus ojos se van a donde no deberían irse, las fantasías interrumpen a cada momento, el cuerpo reacciona cuando menos lo esperas. Son escenas del día a día que también valen la pena estar representadas en historias cuyo propósito es precisamente explorar una etapa de descubrimiento y exploración, porque el sexo NO ES SOLO TERMINAR ENROLLADOS EN LA CAMA. Y si yo estoy leyendo una historia en primera persona de un adolescente de 15 años, me parecería irreal que nunca mencionara esas pequeñas situaciones que también son parte del descubrimiento sexual.
El aplauso aquí para el autor es que logró hacerlo sin darle un aura de morbosidad, simplemente eran cosas que pasaban y ya, no hacía un gran escándalo.
Al final, el libro es entretenido y con momentos bonitos y agridulces, hay un balance en ese aspecto. El romance va progresando poco a poco pero si se siente que este es solo el comienzo, lo cual, no está del todo mal porque si me gustaria seguir leyendo qué pasa con los personajes, me da gusto que aun haya más cosas que leer. Durante toda la lectura me la pase sonriendo, enojandome con ciertos personajes (Maria ¡¡¡CTM!!!), anotando “x2” cada dos o tres páginas, así que en general la experiencia fue buena.